
Iba como siempre mirando al suelo, con mi mp3 acompañando cada paso, esquivando a la gente que parecía atacarme… pensando en que iria pensando esa gente, que tenía contra mi! por qué me miraba como bicho raro, al salir de casa me habia fijado de que todo estuviera en su lugar, ¿se me habrán bajado las pestañas? -pensé- pero no, las toque y estaban a la misma altura y con el mismo volumen, de pronto... OH!! quizá tengo el cierre abierto, disimuladamente esperè que pasara por mi lado la señora que vestía de rojo con verde, un verdadero árbol de navidad, puaf! los gustos de la gente que aún no sepa combinar colores!, en fin, veo el cierre de mi pantalón, pero todo estaba bajo control, no me cabía en la cabeza que onda esa gente, pero bah! por mi cabeza pasaban mas de mil pensamientos a la vez, seguía a la vez pendiente de la música que sonaba en mis oidos, en mi mundo. De pronto unos lindos zapatos congelarion sus pasos frente a mí. Eran unas graciosas sandalias rojas salpicadas de pequeñas florecillas blancas…Poco a poco alcé la vista. Pude ver unos jeans desgastados y con pequeños bordados de pequeños hilos de colores que alegraban su presencia… A partir de ahí no aguanté más y mi curiosidad tomó las riendas… Levanté rápidamente la vista y ahí estaba… Que sonrisa! me pareció que era la sonrisa más hermosa de las que le había visto hasta ahora. Su pelo castaño caía graciosamente sobre su cara, pequeños mechones se escapaban de la trenza que recogía su cabello. También sus ojos me sonreían , sí, me preguntaban dónde había estado todo este tiempo, qué tal estaba, y esperaban recibir miles de respuestas…La sorpresa me invadió, de forma automática noté como mis labios imitaban a los suyos y mostraban una gran sonrisa , mis ojos se iluminaron y brillaban dándole la bienvenida y agradeciendo su presencia de nuevo; mis brazos se abrieron esperando pacientes el albergar a mi pequeña niña… El siguiente paso fué inevitable. nos fundimos en un gran abrazo , un abrazo de esos que hacen crujir los huesos, un abrazo en los que desnudas el alma y abres el corazón. Muchas preguntas por hacer, muchas preguntas para dar y recibir… Miradas, besos, palabras cómplices y gestos secretos… Hacía tiempo que no nos veíamos. Por más que intentamos, siempre nos tenía el destino una en la manga para evitar que nos encontrásemos. Ahora entiendo porque… nos tenía guardado algo mucho mejor. Quería regalarnos el momento del reencuentro, la ilusión de ver un rayo de luz en la oscuridad de la gente, el disfrutar de una sonrisa sincera y una mano amiga…Estuvimos largo rato hablando, poníendonos al día y diciéndonos lo mucho que nos habíamos echado de menos en ese tiempo. Hicimos promesas, planes para vernos , en los que no entraba el destino, esta vez no… señor destino quedas fuera de nuestros planes, lo siento pero esta vez no nos acompañarás! oiste!. No sabemos si se cumplirán o no esos planes. Quizá estemos de nuevo una larga temporada sin vernos, quizá coincidamos de nuevo mañana mismo… Eso es lo de menos! Lo importante es saber que , por mucho tiempo que pase y por pocas veces que nos veamos… siempre será como la primera vez…