viernes, marzo 2

Salta!!


Salta! Salta! Salta! pequeña langosta!... Oho! esa song, mi infancia, mi niñez, es que cuando chicos tenemos tanta cuerda, que aunque saltemos y gastemos todas las energías que nos da el milo aún nos queda cuerda... cuando venía de regreso a casa en el tren (Temuco - Victoria) me fijé demasiado en un niñito (no es que sea pedófila ni nada por el estilo!!) pero es que tenía algo especial, era la primera vez que el y su familia viajaban en tren y era una euforía, alegría, que le brillaban los ojitos a aquel niño cada vez que pasabamos un puente, y no cerró sus ojos para no perderse nada de este viaje! que sin duda recordará para siempre, saltaba, miraba otro tanto por la ventana, y me hizo sentir esa emoción rica que te pueden entregar estos "cabros chicos", me hizo recordar cuando con mis papis viajabamos en familia, eran todas unas odiseas esos viajes, siempre habia algo nuevo, aunque todos los años en vacaciones de verano fueramos al campo de mi papá, pero es ese no se qué, que solo se experimeta pocas veces, y que este pequeño niño travieso me hizo recordar, sus padres todos emocionados por la gran sorpresa que le habían brindado a su hijo, es que ser padres debe ser muy dificil, bueno, es una frase repetida y cliché pero nadie te enseña a ser padre, eso se aprende en el camino... Ahora saltemos y recordemos nuestra niñez!... dejemos por un momento todos esos problemas que invaden nuestra cabesilla, y retrocedámos en el tiempo...

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