La droga es rápida...

Deliras, el orden de tu imaginación se altera y alucinas, droga que nos hace volar sin ser pajaros, sin ser aviones, es inofensiva y nos somete a una dulce locura, locura que sin querer queriendo te lleva a una demencia natural, nos hace divagar en un mundo lleno de fantasías que son realidad, la filosofía se hace presente y logramos el climax de lo mental, profundizamos hasta en lo más recóndito sin darnos cuenta, somos por un instante una gota que no quiere caer, queremos empezar para no terminar jamás, queremos subir sin querer bajar, al toque de esta droga todos nos volvemos poetas, queremos seguir tras ese efecto, esa sensación sin nombre, esa locura sin rostro, esa droga, ese placebo, se apodera de nuestros cuerpos y de ser dos extraños en el mundo pasamos a ser grandes conocidos, un nosotros, esa droga que sin ser éxtasis, marihuana, cocaína, LSD, nos hace cada vez más adictos... Adicción, que nos lleva a la cumbre de la existencia... La droga es rápida... pero su efecto acaba, volvemos poco a poco a la realidad, triste realidad, fumamos el mismo humo, humo que ahora nos está separando, volvemos a ser dos simples extraños.
Ahora bajamos, aterrizamos tras un largo y gran vuelo, nuestras alas se derriten y se inmortalizan a medida que se desvanecen...