Cada vez que dos peces se ven, es como si fuera la primera vez...
jueves, septiembre 24
letras.. palabras..
Creo que nunca me he guiado especialmente por hacer lo que tocaba a cada edad. Nunca sabré si por eso me he perdido cosas, seguramente algunas sí, pero no he hecho cosas que no deseaba hacer o de las que no estaba del todo convencida, sólo porque fuera eso lo que tocaba. Algunas son cosas a las que no le doy mucha importancia pero que también han contribuido a hacer de mí la persona que soy ahora, como que de niña siempre preferí agarrarme a un libro y lograr comprender como tanta letra junta en un par de hojas lograban atraer mi atención hasta lograr desencadenar toda la trama que en mi imaginación quedaba plasmada con imágenes para mi reales... aprendí a leer un poco antes de ir kinder y desde entonces le tomé el gusto. Entre tantas historias que en mi cabeza iban creciendo otras estimulaban mi memoria emotiva de una manera increíble… otras marcaron y se quedaron en mi carácter de alguna forma. Durante mi adolescencia intenté aprovechar cada salida con mis amigos de ese entonces… amigos a los que algunos le juras compañía eterna.. pero que poco a poco te vas dando cuenta que de esos sólo unos pocos cumplen dicha promesa… Son esos los amigos que van más allá de una borrachera.. son esos con los que puedes hablar y hablar y no te cansas… con ese que puedes estar callado y dices mucho… con ese que tan solo con un abrazo sabes que te quiere o te ama… con ese que un cigarro, un café y un par de risas puede arreglar tu día… Al momento de encontrar ese amigo especial... que todas buscamos alguna vez en la adolescencia… fui despacito por las piedras como dicen por ahí… si encontré compañero… pero algo hacía que no me sintiera a gusto… quizá mi sentido de libertad comenzaba a perder libertad, no sé si se entiende… Siento que fui conciente en este punto… no quería amarrarme a la vida de alguien… quizá muy chica aún… pero es lo común a esas edades.. el primer desamor.. la primera lágrima por un ser… quizá si, fue lo que en ese momento quería y necesitaba, pero no estaba dispuesta a hacer cosas que no me apetecía sólo porque tocaran. Así, no fue hasta un tiempo después y con otra pareja que sí me entendía y apoyaba, que me llegó el momento de la primera vez. Y por esa primera vez me sentía a gusto… veía el mundo de una forma distinta… todo había cambiado para mí.. había dado un gran paso.. pero sin embargo no firme… era la primera vez que sentía cosas por una persona y que fuese retribuido… pero como dicen.. todo lo que sube baja.. todo lo que empieza alguna vez debe terminar… y eso me tocaba vivir, admito que lloré.. sufrí en silencio… “aprendí” a callar y guardar ese “dolor” De todo esto… supe que cerrar heridas me cuesta mucho y necesito mis tiempos. Es hora de descubrir el camino… A veces es preferible descubrir tus propios caminos, aunque no vengan tan bien señalizados y puedas perderte por ellos. Pero cuando uno se pierde, sólo es cuestión de encontrarse. Eso es la teoría. Pero estos últimos meses ando un poco revuelta. Veo a mi alrededor a mis ex parejas que viven como si nada hubiese pasado… vuelven a retomar sus vidas y me dan el mismo discurso… ¿en que va tanta coincidencia en sus palabras? me pregunto si algo va mal en mí, o si simplemente es que, como en otras ocasiones, no voy a hacer cosas que no quiero hacer sólo porque sea lo que corresponde, o lo que otra gente haga. Lo que toca. A veces también pienso ¿seré yo el problema? quizá es por eso que han aprendido a jugar y me he dejado llevar por el juego de mi propia muerte hasta desparramar lágrimas por quien no las vale.. la pregunta es ¿cuánto valgo yo? No sé si estoy haciendo algo mal, si me estoy volviendo a perder cosas como me perdí o si simplemente intento encontrar mis tiempos, mi propio momento de dar cada paso y no hacer las cosas cuando vienen señaladas…
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